El mal...

En esas lejanas tierras de Egipto, unos cuantos siglos después de Cristo, había un joven que quería llegar a ser sabio y que por ello hacía muchas preguntas, a su mentor sobre todo.

Un día pensando en lo maravilloso del desierto y como en su silencio esplendor podía ver todas las bondades de Dios, se preguntó ¿por que existe el mal? ¿cual es su origen? ¿su causa?y es que no podía concebir que hubiese algo o alguien que se atreviera a crearlo teniendo ante si un infinito de bondad manifestado en las maravillas de la creación del Señor.

Entonces fue y le hizo tal pregunta a su mentor, quien tranquilamente lo llevó hacia un pequeño oasis a las afueras del pueblo, y le dijo: mira la aguas, ¿que vez además de lo evidente(agua :P)?
El joven contestó: En estas aguas tan cristalinas alcanzo incluso a ver mi reflejo claramente.
Sabio: Muy bien, ahora toma una piedra, lánzala a las aguas y mira de nuevo, ¿que vez ahora?
Joven: Veo mi reflejo, pero distorsionado, las aguas no tienen calma por la piedra que he lanzado.
Sabio: Correcto, ahora, ¿que pasaría si seguimos lanzando piedras y mas piedras al pequeño oasis?
Joven: Llegaría un momento en que el agua estaría tan revuelta y turbia que no alcanzaría a ver mi reflejo, ni a los peces del oasis, incluso el agua parecería arena.
Sabio:
Pues justamente así actúa el mal en el mundo y ese es su origen. Si no existiera el mal, todos podríamos ver el reflejo de Dios en el mundo, podríamos ver sus maravillas así como tu vez los peces y el fondo del oasis, podríamos ver mas claramente las profundidades del hermano y no necesitaríamos siquiera explorarlas por que serían transparentes para nosotros; no habría nada que ocultar, nada de que avergonzarse.
Cuando alguien lanza una piedra, es decir, comete algún pecado opaca al Señor, distorsiona el bien con el mal. Y entre mas piedras se tiren mas imposible será ver el bien aunque siga estando ahi; y mientras sigamos tirando piedras seguirá habiendo mal en el mundo y será mas difícil distinguir el bien a menos que alguien o alguienes dejen de lanzar y motiven a otros a dejar de lanzar esas piedras.
Cuando tu sientes que no hay mal en este mundo, es por que te encuentras lejos de las vibraciones que provocan las piedras y del remolino que causa la arena cuando la tocan, te encuentras del otro lado del osasis; pero, tal vez al gún dia, si alguien llega a lanzar una piedra en ese sitio surja también el mal ahi.

En realidad la historia que escuché era un poco mas corta, pero yo le he dado los matices e ideas que vinieron a mi mente cuando la escuché en la homilía que este miércoles dió un sacerdote rumano. El mal tiene su origen en el pecado y el pecado en nosotros.
Así que ¿por que no dejar de tirar piedras? ¿ como y hasta cuando podremos ver a Dios reflejado en nuestras vidas tan claramente? ¿podemos empezar por nosotros no? podemos arrepentirnos de corazón, que es la propuesta que se nos hace esta cuaresma y dejar de tirar piedras.

Señor concédenos la serenidad, la ausencia de piedras en nuestra vida para poder verte claramente, la clama, la esperanza en que algún día el mal desaparecerá de este oasis.

Saludos amigos!!!