Empezando por el principio... Why the netherlands?
Día cursi y optimista...
Cambiando a rosa mi día e intentando, a pesar de lo nublado y frío de los días mantenerme optimista... el día de hoy cambié el estilo de mi blog. Lo prometido es deuda...
Ahora bien, como tengo la manía de ordenar las cosas cronológicamente y mi historia por estos rumbos no tiene ni pies ni cabeza si no le encontramos un por qué, pues tengo que contar de cómo, dónde y por qué empezamos a dar pasitos hasta esta aventura hace poco más de un año.
El verano del 2017 decidimos, mi esposo José, mis dos hijas y yo, ir a pasar vacaciones a Ensenada debido a que no habíamos visto a su hermano en diciembre y queríamos también visitar a la madrina de Yuyu (la mayor) en Tijuana. Yo aprovecharía para entrevistarme con varios investigadores en el CICESE y la UABC para ver la posibilidad de hacer un año sabático o un postdoc para el 2019 por que solicitar esas cosas toma tiempo y hay que probar colaboración mutua... obvio me puse a involucrar a José en las entrevistas para que el no estuviera de ocioso ese año y su carrera investigadora pudiera repuntar también con un poco más de calma.
Al final de las entrevistas José me dijo algo que me dejó helada, pero que llevaba años esperándome dado el poco interés de mi esposo en hacer investigación (no buscaba proyectos por el mismo y le daba flojera publicar, solo investigaba sobre nuevas tecnologías y buscaba cualquier pretexto para programar )... el no quería seguir siendo investigador!!!
Lo más loco de todo es que me propuso que ese año sabático aprovecháramos y lo pasáramos en Alemania, el lugar al que había huído desde que salimos del doctorado por el frío y la lejanía de la familia... Me dijo que buscaría trabajo ahí y, si pegaba, nos hibamos "en el sabático".
Así que mis prioridades cambiaron... tenía que apoyarlo al igual que el me apoyó cuando yo quise estudiar mi doctorado.
Los primeros meses busqué becas para hacer postdocs en Alemania e intentamos solicitar sus trabajos y esas becas en los mismos lugares. Después me dí cuenta de que la UTM y la maternidad no solo me habían desgastado físicamente si no que también me habían pasado factura temporal ya que después de 6 años después de finalizar el doctorado y sin SNI ya no te dan becas para nada y tienes que ser muy buena, o al menos estar bastante actualizada, para que te contraten.
Dado que cambiar de país también sería duro para las niñas, el acoso laboral y sexual en la UTM se estaba volviendo agobiante y la situación social en el país estaba empeorando a pasos agigantados, José decidió que nos iríamos en cuanto el encontrara algo y yo lo apoyé, aunque con cierta renuencia pues debíamos cuidar la estabilidad económica de la familia y ya me había mentalizado de vivir en Huajuapan toda mi vida.
Obvio su falta de experiencia como desarrollador y su área específica de aplicación estaban un poco en su contra al momento de aplicar para un puesto, tanto así que sus primeras dos entrevistas fueron tanto fallidas como frustrantes (no por sus capacidades, si no por que los empleadores buscaban algo diferente o no ofrecían visa) y los tiempos no se adecuaban a mi solicitud de sabático. Cuando en octubre llevaba una semana comentándome sobre un puesto de desarrollador remoto de clojure , le dije que aplicara, pero el dijo que esos puestos estaban muy solicitados por que pagaban muy bien y que dudaba que el llenara por completo los requisitos, además era en "Holanda" lo cual en ese momento no me importó por que era un trabajo a distancia.
A pesar de todo, aplicó dada mi insistencia, no perdía nada. Se sintió super a gusto cuando hizo su primera entrevista, lo cual contrastó con las dos anteriores y eso me puso contenta por que ya hacía falta que se le levantara el ánimo. Después de eso, quedamos a la espera del siguiente paso, y nos concentramos en pasar nuestro examen de inglés en nivel B2 que era los primeros días de noviembre, de algo nos serviría...
Fuimos al DF y nos quedamos con su prima Amelia una noche para llegar descansados al examen que se dividía en dos días y tener a quién dejarle las niñas. Cual no sería nuestra sorpresa que al salir del examen oral, que era el primer día, José recibió un correo con una oferta de trabajo: "Tres meses de prueba a distancia y luego un contrato para irse a trabajar a Groenlo".
Sí, Groenlo, un pueblecito en Holanda de menos de 10,000 habitantes, cerca de la frontera con Alemania.
Y así empieza nuestra aventura... por estas fechas hace un año...
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