La alimentación infantil - El empacho
Leyendo la información que comparte en facebook mi buena amiga Adriana Fernández de Castro me encuentro con una opinión muy extendida entre las mamás de mi generación:
"Los niños, desde los seis meses de nacidos, deben comer la misma comida que el resto de la familia"
Oh cielos!!! no estoy del todo de acuerdo y eso se lo debo a esta maravillosa cultura Oaxaqueña en la que me desenvuelvo.
Aquí mi experiencia:
Mi hija mayor sufrió de trastornos digestivos continuos al seguir este método hasta casi los tres años, no encontrábamos la razón y no queríamos culpar a nuestra decisión de darle lo mismo que nosotros comíamos.
Al empezar a introducir comida "normal" a nuestra hija más pequeña (esto es después de que cumplió un año de nacida), ella empezó también con continuos trastornos digestivos.
¿Qué fué lo que nuestra homeópata y nuestros nuevos vecinos con firmes raíces mixtecas y zapotecas nos dijeron?
Que la niña estaba empachada....
Pero ¿qué es eso del empacho?
Pues a grandes rasgos resulta que se supone que algo se les "pega" en su estómago o intestinos y no deja que el proceso digestivo se lleve a cabo de una manera adecuada, causando desnutrición, baja de defensas, diarreas intermitentes y deshidratación en casos extremos.
La primera vez que purgaron a mis hijas lo hicieron con una mezcla de aceite de ricino y diversas hierbas que tenían que tomarse. Además de una sobada de la viejita en donde les truena los huesos de la espalda.
A Yuyu le vino bien a pesar de que vomitó, pero Ita se me puso muy grave.
La segunda vez los primero fué una cucharada de aceite de oliva en ayunas, lo segundo una buena sobada en todas las coyunturas de su cuerpo con una pomada de pan puerco y la tercera de nuevo la sobada pero terminamos con una untada de manteca con carbón activo que se envuelve con unas vendas con hierba santa y se le deja toma la noche. Al día siguiente lo saca todo todo y hay que estarla hidratando mil, los siguientes tres días hay que darle comidas super ligeras, casi de bebita que empieza a comer... y santo remedio.
Nosotros ya logramos distinguir el olor del popó cuando están empachadas, y José dice que hasta la carita con los ojitos hundidos.
Yo creo, y con esto concluyo, que los niños:
- Cuando son niños de tres años en adelante sí pueden comer lo mismo que el resto de la familia adulta, con contadas excepciones.
- Creo que la comida "especial" debiera ser preparada en casa con ingredientes naturales.
Y ¿por qué hablo de "comida especial"? Pues por que cosas como los granos de elote, las lechugas, la piel de algunas frutas o verduras y sus semillas, si no están molidos pueden provocar trastornos digestivos al estómago de los niños más pequeños. Por otro lado, los frutos secos y granos enteros pueden asfixiar a los niños a los que todavía no les ha salido la dentadura completa y no tienen manera de triturarlos adecuadamente.
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