Las cicatrices del miedo

Al levantase por la mañana sintió una dulce melodía, los niños llegando al colegio, a la espera de salir pronto a sus vacaciones de verano, su marido a su lado buscando el calor de su cuerpo, los pajarillos despertando con el bello canto matutino, el cuerpo relajado con el descanso absoluto de aquella noche.

La belleza de ese momento cambió en un instante al recordar su situación, un trabajo completo que pareciera incompleto al encontrarse con las diversas situaciones que la vida le había impuesto como un pesada carga sobre sus hombros en los últimos dias.

La interdependencia era notoria y eso le asustaba sobre manera. El miedo de pensar que el podría no ser capaz, el miedo de saber que ella tendría que trabajar muy duro para poder ser capaz y que aún habiendo cumplido con dicho trabajo a la perfección eso sería solo el inicio de una larga carrera de obstáculos por alcanzar la tranquilidad laboral y vivir una plena felicidad.

Ya antes le había costado demasiado, ya antes el no había podido terminarlo con éxito. ¿Repetirían esa situación de nuevo?

Las perspectivas no eran claras. Pero lo mas pesado, en contra de la creencia de que los obstáculos externos podrían dar al traste con sus metas, era el miedo. El miedo producido por esas cicatrices que aún estaban frescas al recordar las situaciones pasadas. ¿Cómo y cuando podrían sanar esas cicatrices? ¿Cuándo la dejarían vivir ese momento maravilloso en total plenitud?